Acostumbrada a navegar en monocascos, esta intrépida pareja decidió sumergirse en el mundo de los catamaranes en busca de un mayor confort y una autonomía mejorada.
Como señala Lucile con entusiasmo, ya durante las pruebas comenzó la seducción: "A la caña volvemos a encontrar las sensaciones de un monocasco y, todavía hoy, lo pasamos en grande!"
Gérard, por su parte, aprovechó las opciones disponibles y realizó algunas modificaciones audaces para optimizar la autonomía y la ergonomía de su barco.
Entre sus memorables aventuras, Gérard y Lucile comparten con nosotros las experiencias que han marcado sus vidas de apasionados navegantes.