Para esta tercera etapa, Inès nos lleva de Lisboa a Tolón. Una travesía bastante agitada debido a una meteorología poco favorable. Nuestra skipper nos describe la primera parte de esta navegación de Portugal a Valencia, lea su testimonio a continuación.
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Jueves 2 de febrero, Puerto de Cascais.
Raphaële Quemar, tripulante y amiga desde hace tiempo, es mi acompañante para esta etapa que se perfila como una carrera contra reloj. Un recorrido de 800 millas hasta Valencia, con una meteorología desfavorable. Se espera un viento en contra durante toda la travesía, arreciando a mitad de semana. Habrá que pasar Gibraltar antes del domingo, y luego buscar las zonas a sotavento de la costa para pasar el cabo de Andalucía oriental lo antes posible. Un fuerte temporal previsto para principios de la semana siguiente probablemente nos obligará a detenernos en la costa.
16h, ¡Bocina de salida! Estamos encantadas de volver a compartir unos momentos en el mar, ¡6 años después de una transatlántica juntas!
Sábado 4 de febrero. 19h, pasamos el faro de Tarifa.
Ya entramos en el Mediterráneo. La ventana meteorológica se está cerrando como se esperaba. Navegar de ceñida nunca es un juego fácil, así que las próximas horas serán un ejercicio de paciencia para nosotras y para nuestro Excess. A las 3 de la madrugada, nuestra misión está cumplida: ¡hemos pasado Gibraltar, viento y corriente en contra!
El día siguiente nos brinda un poco de descanso. Cerca de la costa, protegidas por las montañas andaluzas, navegamos hacia el este. Este lugar, lleno de intercambios e historias, siempre me provoca esta sensación: entre dos continentes, mar y océano, el tráfico es un enjambre, la VHF está saturada, hay mucho movimiento, ¡aquí hay vida! Por la noche pasamos el cabo de Gata con calma chicha.
Lunes 6 de febrero
El viento de proa arrecia como era de esperar ralentizando nuestra velocidad a 4 nudos. A las 2 de la tarde, al vernos obligadas a navegar contra una mar corta y un viento de proa que pronto alcanzará los 25 nudos, decidimos dirigirnos al puerto más cercano y refugiarnos para pasar la noche. Al día siguiente conseguimos ganar unas millas hacia el norte. Tendremos que parar al menos 48 horas, y tenemos previsto partir de nuevo el viernes por la mañana, o sea « just on time » para garantizar las salidas de los clientes al día siguiente.
Viernes11 de febrero
Salimos con tiempo calmado, pero con un mar todavía muy agitado. Llegamos al muelle de Valencia hacia las 10 de la noche, ¡empapadas! Menos mal para Raphaële que la jornada con clientes del día siguiente, con buen tiempo, le permitirá descubrir las prestaciones de navegación del Excess, ¡porque este tipo de transporte, con los elementos en contra, no es ningún placer! ¡Ojalá el próximo no se haga esperar!